"Mi hijo de 4 años fue diagnosticado con TEA y retraso del desarrollo global. Era muy hiperactivo, era adicto a las cosas dulces: pizza, pan. Me mordía, a veces me manoteaba. Le costaba mucho concentrarse e interactuar. Las transiciones le costaban mucho, lloraba. Gracias a la dieta de retirarle todo lo dulce, la leche, el gluten y todo lo procesado, ha tenido grandes avances en sus conductas. Se concentra más, las transiciones de una cosa a otra se le hacen más fáciles de entender, tiene más contacto visual, interactúa mucho más, ya no me muerde, no me manotea. Neymar es un niño muy inteligente; entiende dos idiomas: inglés y español. Está hablando mucho más y pide las cosas cuando las quiere."